Los Beastie Boys publican tracks vocales

Con el objetivo de incentivar a quienes gustan de crear remixes, el grupo norteamericano The Beastie Boys ha publicado los tracks vocales (acapella) de varios de sus temas en formato MP3, acompañados de los beats por minuto de cada uno de ellos. La idea es que cualquiera pueda reutilizarlos siempre que sea con fines no comerciales.
Los temas que se pueden bajar hasta ahora son:

3 the Hard Way | 093.00 bpm | [ Download ]
Alive | N/A bpm | [ Download ]
An Open Letter To NYC | 093.75 bpm | [ Download ]
Brr Stick ‘Em | 102.00 bpm | [ Download ]
Ch-Check It Out | 115.00 bpm | [ Download ]
Ch-Check It Out (Just Blaze) | 107.00 bpm | [ Download ]
Oh Word? | 098.00 bpm | [ Download ]
Rhyme the Rhyme Well | 100.00 bpm | [ Download ]
Right Right Now Now | 101.00 bpm | [ Download ]
Root Down | N/A bpm | [ Download ]
Triple Trouble | 110.00 bpm | [ Download ]

(vía Boing Boing)

Sube la venta de CDs

En el Clarín de hoy se publica lo que debería ser una buena noticia para la industria discográfica: las ventas de CDs en la primera mitad de 2005 alcanzaron las 7 millones de unidades, que son 500.000 más que las vendidas en el mismo período del año 2001.
Después de leer la nota me quedo con la impresión de que los ejecutivos de la industria preferirían vender menos discos para así tener motivos para quejarse. Cuando les empieza a ir mejor, todos sus argumentos se derrumban. En el artículo, por ejemplo, se cita a Jorge González, director comercial del Grupo Ilhsa (Yenny, Dromo, El Ateneo y Tematika), quien afirma que en parte la recuperación se debe a “las compras de turistas favorecidos por el cambio“. En la misma nota hay un ranking de los intérpretes más vendidos, cuyo Top 5 paso a enumerar: 1) Floricienta, 2) Shakira, 3) Los Nocheros, 4) Pasión de Gavilanes, 5) Operación Triunfo III. ¿Realmente nos quieren hacer creer que los turistas compran estos discos?
Más abajo, Gabriel Salcedo, director ejecutivo de CAPIF, se queja de los precios de los CDs no aumentaron lo suficiente: “(…) hay que tener en cuenta que el precio promedio de los discos sólo se incrementó en un 25% entre 1999 y 2005, cuando en ese período el precio promedio mayorista de productos de consumo en general aumentó un 141%, según datos del INDEC“. Siendo que vivimos en una economía de libre mercado, no entiendo que les impide subir los precios. ¿No será que ya venían cobrando demasiado por los discos? Veamos un ejemplo:
Si entramos al sitio de Musimundo, podremos comprobar que el álbum X&Y de Coldplay se vende a $30. Es decir, su precio supera los 10 dólares por unidad. Si en cambio nos fijamos en el sitio de Tower Records de Estados Unidos, el mismo disco de Coldplay se consigue por 12 dólares. De más está decir que el PBI per cápita de Estados Unidos es cuatro veces más alto que el de Argentina, y aún así el precio de este best seller musical es muy similar.
¿Y si vamos más atrás en el tiempo? Pues bien, en 1999, cuando la venta de discos superaba las 12 millones de unidades en la primera mitad del año, el precio de discos populares como el mencionado era de 20 dólares o más. Es decir, a los argentinos nos cobraban un 50% más caro que a los habitantes del país del norte.
Leyendo artículos como este me convenzo cada día más de lo importante que es apoyar a la escena independiente, ya sea comprando discos o yendo a los recitales, y no gastar un centavo más en estas empresas que nos sobrefacturaron durante 10 años y se siguen quejando a pesar de que les está yendo mejor…

Grokster y Morpheus, responsables

La noticia dio la vuelta al mundo, y no es para menos. La corte suprema de Estados Unidos falló en contra del software de intercambio de archivos Grokster y StreamCast Networks (desarrolladora de Morpheus) en el juicio iniciado por la MGM. Si bien a primera vista esto parece una victoria de la industria discográfica y cinematográfica contra las redes P2P (y así ha sido reflejado en muchos medios de prensa), el fallo se cuida muy bien de aclarar que su decisión de aceptar los cargos se debe exclusivamente a que estas empresas, con sus acciones, fomentaron el intercambio de archivos protegidos con copyright. De esta manera, está diciendo que las redes y el intercambio de archivos en sí mismos no constituyen una actividad ilegal.

Entre los motivos que condenaron a Grokster y Morpheus, podemos destacar los siguientes:
En 2001, StreamCast distribuyó el clon open-source de Napster, OpenNap. Según el fallo, lo hizo para obtener una base de datos de e-mails de potenciales usuarios de Morpheus una vez que Napster dejara de existir. Eventualmente, utilizaría también las redes de OpenNap para distribuir su nuevo software.
Muerto Napster, StreamCast promocionó su nuevo software como la mejor alternativa a Napster. Grokster llegó incluso a enviar e-mails a sus usuarios promocionando sus bondades para bajar tal o cual canción protegida con copyright.
El modelo de negocios de ambas empresas depende de la publicidad. Mientras más usuarios utilizan el sistema, más dinero obtienen. Teniendo en cuenta esto, documentos internos de las empresas revelaron que tenían por objetivo lograr que en sus redes estuvieran disponibles los archivos protegidos más búscados por los usuarios.
Por último, el fallo también señala que las empresas no hicieron nada por impedir que archivos protegidos se distribuyeran en sus redes.

Mi impresión después de haber leído superficialmente el fallo es que la corte pone bastante énfasis en la naturaleza comercial de ambos programas, y que muchos de los criterios expuestos allí no podrían aplicarse a otros programas de intercambio, como ser BitTorrent.

A continuación, links hacia diferentes coberturas sobre el tema:
Denker Über / Slyck / ALT1040 / Clarín / New York Times / El País / CNN / News.com / The Register

Coldplay en contra de su propia discográfica

La noticia ya tiene un mes, pero recién hoy me topé con ella: Chris Martin, líder de Coldplay, acusó a su compañía discográfica, EMI, de presionar al grupo para lanzar a tiempo el nuevo álbum X&Y, con el fin de evitar una caída en el precio de sus acciones. “No me interesa para nada EMI. No estoy preocupado por eso, creo que los accionistas son el mayor mal del mundo moderno. No me siento para nada cómodo con la esclavitud a la que nos someten los accionistas“, dijo el cantante en Nueva York.
En febrero pasado, las acciones de la multinacional bajaron al conocerse la demora en la salida del disco de Coldplay, uno de los artistas que mayores beneficios le reporta a la compañía.
Martin no es el primer artista mainstream en manifestar disconformidad hacia las corporaciones discográficas. Lo que sería realmente interesante es ver al grupo romper su contrato con EMI (o no renovarlo) y buscar alternativas para distribuir su música, de la misma manera que ellos nos sugieren el comercio justo como alternativa al capitalismo salvaje (Chris Martin apoya abiertamente la causa de la organización Make Trade Fair).
Para más información, pueden leer la cobertura de esta noticia (en inglés) que hicieron The Independent, BBC y Yahoo.

Industria discográfica y crisis

Las noticias sobre nuevos juicios a quienes administran o utilizan servicios de intercambio de archivos por Internet son moneda corriente en los sitios más importantes de tecnología. En breve, la Corte Suprema de Justicia de Estados Unidos deberá decidir acerca de la responsabilidad de los dueños de Grokster y Morpheus en el intercambio de música que tenía lugar en sus servicios. Del lado de los acusados se argumenta que el intercambio de archivos tiene muchos usos legales, y que por lo tanto prohibir tal actividad sería tan arbitrario como prohibir la venta de automóviles para impedir que alguien conduzca a 180 KM/h y mate gente con ellos.
Los demandados tienen un antecedente a favor: la misma Corte falló en los años ochentas a favor de Sony en la demanda iniciada por la Motion Picture Association of America. Por aquel entonces, la empresa japonesa había empezado a fabricar las primeras videograbadoras Betamax, y la asociación (que agrupa a los grandes estudios de Hollywood) afirmaba que dichos artefactos afectarían económicamente a la industria del cine. El argumento del tribunal fue que no se podía prohibir la tecnología de las videograbadoras por sus posibles usos ilegales, ya que también se estaría privando a los consumidores de sus usos legales. Entre estos usos legales se establecio que el consumidor tiene derecho a ver un programa de TV en un horario distinto al que es emitido, y las videograbadoras le permitían ejercer ese derecho. Hoy en día, el mercado de alquiler de películas reporta a la industria tantas ganancias como las boleterías, y Sony, como empresa discográfica y estudio de cine, se encuentra ahora del lado acusador.
Tanto alboroto me llevó a preguntarme acerca de qué estaría pasando en el mercado discográfico argentino. ¿Está afectado el intercambio de archivos a la venta de discos? Continuar leyendo “Industria discográfica y crisis”