En el Clarín de hoy se publica lo que debería ser una buena noticia para la industria discográfica: las ventas de CDs en la primera mitad de 2005 alcanzaron las 7 millones de unidades, que son 500.000 más que las vendidas en el mismo período del año 2001.
Después de leer la nota me quedo con la impresión de que los ejecutivos de la industria preferirían vender menos discos para así tener motivos para quejarse. Cuando les empieza a ir mejor, todos sus argumentos se derrumban. En el artículo, por ejemplo, se cita a Jorge González, director comercial del Grupo Ilhsa (Yenny, Dromo, El Ateneo y Tematika), quien afirma que en parte la recuperación se debe a “las compras de turistas favorecidos por el cambio“. En la misma nota hay un ranking de los intérpretes más vendidos, cuyo Top 5 paso a enumerar: 1) Floricienta, 2) Shakira, 3) Los Nocheros, 4) Pasión de Gavilanes, 5) Operación Triunfo III. ¿Realmente nos quieren hacer creer que los turistas compran estos discos?
Más abajo, Gabriel Salcedo, director ejecutivo de CAPIF, se queja de los precios de los CDs no aumentaron lo suficiente: “(…) hay que tener en cuenta que el precio promedio de los discos sólo se incrementó en un 25% entre 1999 y 2005, cuando en ese período el precio promedio mayorista de productos de consumo en general aumentó un 141%, según datos del INDEC“. Siendo que vivimos en una economía de libre mercado, no entiendo que les impide subir los precios. ¿No será que ya venían cobrando demasiado por los discos? Veamos un ejemplo:
Si entramos al sitio de Musimundo, podremos comprobar que el álbum X&Y de Coldplay se vende a $30. Es decir, su precio supera los 10 dólares por unidad. Si en cambio nos fijamos en el sitio de Tower Records de Estados Unidos, el mismo disco de Coldplay se consigue por 12 dólares. De más está decir que el PBI per cápita de Estados Unidos es cuatro veces más alto que el de Argentina, y aún así el precio de este best seller musical es muy similar.
¿Y si vamos más atrás en el tiempo? Pues bien, en 1999, cuando la venta de discos superaba las 12 millones de unidades en la primera mitad del año, el precio de discos populares como el mencionado era de 20 dólares o más. Es decir, a los argentinos nos cobraban un 50% más caro que a los habitantes del país del norte.
Leyendo artículos como este me convenzo cada día más de lo importante que es apoyar a la escena independiente, ya sea comprando discos o yendo a los recitales, y no gastar un centavo más en estas empresas que nos sobrefacturaron durante 10 años y se siguen quejando a pesar de que les está yendo mejor…