“El melotrón apareció a mediados de los años sesenta. Se trataba de un teclado capaz de reproducir en tres canales cintas pregrabadas accionadas con ambas manos: con la izquierda se podían seleccionar 18 ritmos diferentes y con la derecha otros tantos instrumentos. Exteriormente no se diferenciaba demasiado de un piano convencional, y al principio se encajaban en una elegante caja de madera. El melotrón (Mellotron) fue uno de los primeros teclados y puede considerarse como el antecedente directo del sampler, pues utiliza loops de cinta para crear sonidos. El melotrón permite reproducir muestras (samples) de sonido pre-grabado en una cinta. Cada tecla está asociada a una cinta magnética de casi 1 cm de ancho que tiene una duración aproximada de 8 segundos. El músico, al presionar una tecla, hace circular su cinta correspondiente que reproduce el sonido pregrabado que contiene (instrumentos de cuerda y orquestales, aunque podían agregárseles nuevos sonidos). (…) El melotrón es famoso por su aparición en el tema Strawberry fields forever de The Beatles, y fue usado por otras bandas como The Zombies, The Moody Blues y The Rolling Stones en los 60′. En los 70′ se hizo común su uso entre bandas de rock progresivo, como Génesis, King Crimson y Yes. Luego fueron desplazados por los modernos sintetizadores polifónicos y los samplers, volviéndose obsoletos.” (de la Wikipedia).
Pues bien, un loco lindo llamado Mike Walters se las ingenió para combinar en un mismo aparato dos tecnologías que parecían en retirada: creó un instrumento llamado Mellowman, que utiliza una serie de walkmans para emular el funcionamiento del melotrón, cada uno de los cuales contiene una cinta en constante reproducción, y cuyo sonido se activa cuando se presiona la tecla correspondiente. En su sitio web describe con lujo de detalles su funcionamiento (en inglés) e incluye muchas fotos.
Ya sé, me fui de tema, pero me dieron ganas de compartir la curiosidad…